Introducción
Las asociaciones empresariales existen desde hace largo tiempo, cambiando de estructura y de nombre. Los gremios hicieron hincapié en la competitividad económica, la formación de los artesanos bajo su ala y la elaboración de un buen producto. La revolución industrial trajo importantes cambios, orientados a la velocidad de producción, implementación de nuevas tecnologías y la eficiencia, sin embargo, se perdió valor en otros aspectos, siendo el producto el único motivo de preocupación importante de la empresa. Esto ha cambiado con lo que conocemos actualmente como Responsabilidad Social Corporativa.
En el panorama empresarial actual, no es sólo importante el producto que se vende, ya que el panorama social ha cambiado. El conocimiento de los efectos del estilo de vida que llevamos en la actualidad no solo en nuestro entorno más próximo, sino en un mundo globalizado, nos permite observar y comparar y es en estos momentos donde el ojo crítico y la vox populi se hace notar. La fuerte competitividad hace que los usuarios se decanten por opciones no solo basadas en el propio producto, sino en afinidad de principios con la empresa que lo produce. No es extraño ver productos de “fair trade” venderse en las estanterías y escaparates de tiendas y supermercados. En la actualidad, las normas ISO son indicativos de mejora de las empresas, siendo auditadas por entidades externas a las mismas para demostrar que no solamente venden un buen producto, sino que se preocupan más allá que otras empresas por cumplir con unas metas autoimpuestas orientadas al mantenimiento o la mejora del entorno en el que participan y de su propio “bioma empresarial” (el entorno dentro de la empresa y para con sus trabajadores).
Damas y caballeros, vivimos en la era de la Responsabilidad Social Corporativa.
¿En qué consiste la responsabilidad social corporativa?
Con la Responsabilidad Social Corporativa, normalmente se asocia la aparición de empresas como un símbolo del crecimiento social y económico de una sociedad, siendo importante considerar que pueden aportar riqueza, variedad de servicios o productos… Seguro que has oído hablar del “Impulso emprendedor” en alguna ocasión y cómo pueden repoblarse regiones deshabitadas a consecuencia de la aparición de empresas locales. Sin embargo, todo este panorama casi utópico también tiene una cara oscura:
¿Qué ocurre cuando una empresa NO cumple con sus responsabilidades?
Desafortunadamente la lista de ejemplos es extensa.
La catástrofe de Bhopal es tal vez uno de los ejemplos más extendidos sobre este asunto. La falta de responsabilidad supuso una auténtica pesadilla para aquellas personas que vivieron la fuga de sustancias químicas, causando miles de muertes y lo peor, daños en generaciones futuras que suponen un problema aún en la actualidad.
Te dejamos un artículo por si quieres indagar más: 35 años después del desastre de Bhopal.
Por ello, la población se ha ido dando cuenta del impacto que tienen las empresas en su entorno para bien o para mal y no vale solo con ofrecer un producto adecuado para satisfacer las necesidades del cliente. La imagen es más importante que nunca y el impacto causado más visible:
¿Qué podemos entender entonces como responsabilidad social corporativa?:
Aquí os dejamos una definición de la misma por parte del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa:
“La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es una forma de dirigir las empresas basado en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general.”
¿Esto que quiere decir? Es la responsabilidad que tiene la empresa de entender que su mera existencia tiene unos efectos positivos y negativos para el entorno y la obligación moral que tiene de intentar orientar sus acciones no solo hacia lo productivo, sino intentar crecer y mejorar junto al entorno en el que prospera.
¿Por qué resulta importante la RSC?
Nos hemos fijado en el impacto que tienen las empresas sobre su entorno, sin embargo, hay empresas que tienen un impacto mayor que si hablamos por ejemplo de una humilde manufacturera de un pequeño pueblo. Hay empresas con un tamaño e influencia tales debido a la globalización que un pequeño cambio en su aproximación a su forma de producir puede generar auténticas proezas y catástrofes como si de un demiurgo se tratase.
Por si todo lo anteriormente mencionado no resulta suficiente para visibilizar la importancia de este elemento, vamos a poner un ejemplo más próximo:
Actualmente vivimos en un mundo globalizado con empresas que mueven economías enteras de países e incluso casi se puede hablar a nivel mundial en algunos casos. Salta a la vista los efectos del incremento en los costes en el combustible en la población y el nivel tan profundo de afectación que tiene. ¿No resulta evidente la necesidad de una ética empresarial?
La RSC busca disminuir el impacto negativo de las empresas sobre los derechos sociales, laborales, medioambientales y potenciar siempre que sea posible la aplicación de los derechos humanos, sostenibilidad… etcétera.
Los principios que rigen la RSC:
- La búsqueda del cumplimiento de la legislación tanto nacional como internacional.
- La comprensión de los efectos a nivel global y transversal.
- El compromiso ético y la coherencia en las acciones a tomar.
- Prevención y gestión correcta del impacto que supone la empresa sobre el entorno.
- Satisfacción de las expectativas y necesidades de los grupos de interés (clientes y participantes).
La búsqueda del cumplimiento de estos principios supone que la RSC debe estar integrada dentro de los distintos ámbitos de gestión de la empresa, y a todos los niveles. Siendo un objetivo más a tener en cuenta que debe estar autoimpuesto por la propia empresa como medio y como fin último. Este objetivo debe ser promovido por la alta dirección y debe considerarse la permanencia de la empresa y los efectos de la misma a corto, medio y largo plazo en su panorama. Por ello, su aplicación debe resultar coherente e ir en consonancia con los demás objetivos que se busque alcanzar en la empresa, debiendo tener la misma importancia.
Conclusiones:
El carácter pluridimensional de la RSC hace que su aplicación cambie por completo la forma de entender el mundo empresarial siendo una promotora capaz de establecer dicho progreso de forma sólida tanto en derechos humanos, cuestiones socioeconómicas, medioambientales, nuevas formas de producción sostenible y prácticas de empleo, protección de la salud, protección de los intereses de los consumidores y al mismo tiempo la implantación de una ética, una cultura que permita enfrentarse al fraude y la corrupción. No es poca cosa.
La RSC resulta indispensable en la actualidad, no solo para conseguir promocionarse correctamente ante un consumidor progresivamente más cínico y/o observador, sino que es una inversión de futuro, invertir en la mejora del entorno del que, nos guste más o menos, las empresas dependen tanto para obtener sus medios de producción como para poder ofrecer sus productos finales.
La relación entre empresa y entorno es una cadena infinita que es necesario engrasar y cuidar para que pueda durar indefinidamente. Miremos al ayer para poder hacer un mañana mejor. Sembremos un precedente y demos ejemplo.
FUENTES Y ENLACES DE INTERÉS:
Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
El País: Artículo sobre el Desastre de Bhopal.
35 años después del desastre de Bhopal.
Cómo impulsar el crecimiento en pequeños pueblos rurales.
Autor:
Samuel Suárez Nieto. Técnico Intermedio de Prevención de Riesgos Profesionales en Metacontratas.