Cada vez más personas, toman conciencia de la importancia del reciclaje y la protección del medio ambiente, y es que se ha vuelto esencial para frenar el cambio climático. También es importante que las empresas tomen mayor conciencia, por ello la Organización Internacional de Normalización (ISO) publicó la Norma internacional ISO 14001, referencia mundial para la gestión ambiental, que ya aplican más de 300.000 organizaciones en 171 países. España es el tercer país del mundo y el PRIMERO de Europa posicionado en la obtención de esta ISO contando con más de 28.000 centros de trabajo acreditados. Por eso en MetaContratas nos sentimos tan orgullosos de formar parte de esta organización y contar con esta Norma de gestión ambiental.
¿Recordamos qué es reciclar?
Nuestra Real Academia Española (RAE) define reciclar como “someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar” Esto se realiza mediante el proceso fisicoquímico o mecánico para así obtener una nueva materia prima o un nuevo producto.
Reciclar vidrios, plásticos, papel y otros productos, debería convertirse en una costumbre en una costumbre asentada en la sociedad y formar parte de nuestra rutina diaria, ya que son múltiples los beneficios que esta actividad nos ofrece como reducción del volumen de residuos, y por lo tanto de la contaminación; ahorro de energía y por lo tanto reduce la dependencia del petróleo o reducción de costes asociados a la producción de nuevos bienes.
Para hacerlo de manera correcta, debemos seguir las reglas de las tres erres: Reducir, reutilizar, reciclar.
- Reducir: Tratar de reducir o simplificar el consumo de los productos directos. ¿Qué quiere decir esto?Pues si vamos al supermercado y en lugar de comprar una bandeja con manzanas envueltas en plástico, compramos las manzanas sin esta envoltura, habremos obtenido el mismo producto, pero reducido la producción de basura.
- Reutilizar: Volver a darle un uso antes de deshacernos definitivamente de ellas, como por ejemplo, y volviendo al ejemplo anterior, cuando acudamos al supermercado a realizar la compra, acudir con nuestras bolsas de trabajo, de esta forma evitaremos el uso de una nueva bolsa y le habremos dado un nuevo uso a una bolsa anterior.
- Reciclar: Cuando ya no podemos volver a reutilizar ese producto y debe ser desechado, debe ser previamente clasificado para que así pueda según un proceso de transformación o aprovechamiento específico puedan ser nuevamente utilizados, es decir, cuando nuestra bolsa ha sufrido algún daño y ya no podemos utilizarla para la siguiente compra, depositarla en nuestro contenedor amarillo para que así tras los procesos de transformación pueda volverse a dar una segunda vida a ese producto.
¿Sencillo verdad?
Recuerda siempre seguir el sistema de colores establecido:
- Contenedor GRIS: Está destinado a los productos que no pueden reciclarse como espejos o cerámica.
- Contenedor MARRÓN: Donde depositamos todos los restos orgánicos como comidas, bolsas de té o papel con residuos de alimentos.
- Contenedor AMARILLO: Pudiendo agregar latas, plásticos o envases.
- Contenedor VERDE: Para las botellas de vidrio.
- Contenedor AZUL: Especializado en cartón y papel limpio.
¿Y tú? ¿Eres eco-friendly?
Autora:
Noelia Robles Reyes – Técnico PRL en MetaContratas