Introducción
Seguro que en algún momento te has sentido muy cansado sin que exista ninguna causa física ni ningún síntoma de salud por sentirte enfermo. Simplemente es porque te sientes agotado mentalmente y necesitas un descanso emocional.
Muchas veces y, en ocasiones, de manera inconsciente, vivimos situaciones en las que mantenemos un tono emocional muy alto, lo cual puede conllevar a lo que llamamos agotamiento emocional. Por eso, a continuación te contamos un poco más sobre qué es el descanso emocional.
¿Cuándo aparece el agotamiento emocional?
Este agotamiento se desencadena cuando se dan acontecimientos en los que los sentimientos y afectos que interactúan entre sí se sobre estimulan, interviniendo cuerpo y mente, haciendo énfasis en nuestras emociones.
Debemos aprender a reconocer nuestros propios estados de cansancio emocional e identificar así las actividades que nos proporcionan un descanso de este tipo.
El descanso emocional trata de reducir, en la medida de lo posible, la intensidad de nuestras propias emociones (incluyendo aquellas que son positivas, como la euforia). Así, es imprescindible hacer una pausa que permita atenuar las sensaciones subjetivas pudiendo conseguir esa desconexión.
El descanso emocional es indispensable para poder gestionar nuestras emociones, desocupar pensamientos y delegar, pero, sobre todo, es imprescindible para cuidar nuestra salud mental. Después de explicar qué es el descanso emocional, te mostramos algunos métodos para conseguirlo.
Pautas para conseguir un buen descanso emocional
En primer lugar, es fundamental aceptar las emociones que se viven y, en el caso en el que sean negativas, no sentirnos culpables. De lo contrario, esto supone una carga extra que influiría en un agotamiento emocional más extremo.
Debemos tomar conciencia de nuestras emociones y querernos, para así conseguir bienestar, paz y calma con nuestro equilibrio interno. Hay que aprender a centrarse en lo que sí podemos controlar.
Las emociones vienen desencadenadas de los pensamientos y para conseguir cuidar nuestro descanso emocional, aquí dejamos algunas de las pautas a seguir.
⦁ Expresar las emociones Hablando con tus familiares, círculo de amistades o incluso poniéndolo por escrito. Expresar las emociones nos ayuda a procesarlas mejor y empujarnos a conocernos más a nosotros mismos, y tomar perspectiva de lo que estamos viviendo.
⦁ Vivir el presente Se dice que si se piensa en el pasado se genera tristeza y cuando se piensa en el futuro se desemboca ansiedad. Es importante saber que, aunque sea algo difícil de llevar a la práctica, intentar vivir en el presente es lo que más nos puede proporcionar paz.
Muchas veces nos ponemos en situaciones que no han pasado todavía y nos imaginamos lo peor cuando todavía no ha tenido lugar. Debemos tratar de no sostener los momentos en los que más flojeamos con pensamientos alarmistas.
⦁ Establecer una rutina Creando una rutina diaria conseguimos dividir nuestras actividades a lo largo del día, incluyendo el tiempo de descanso. De esta manera, nos organizamos de una mejor manera dándole también prioridad a nuestros momentos personales.
⦁ Ejercer actividad física El llevar a la práctica algún tipo de ejercicio físico produce efectos positivos en el cuerpo y la mente, como por ejemplo, un incremento de la autoestima y un aumento de la calidad del sueño. Así, favoreceremos nuestro descanso emocional.
⦁ Desconexión de pantallas El uso constante de dispositivos tecnológicos nos genera una sensación continua de estar todo el tiempo conectado. Además de originarnos dependencia, nos impide disfrutar totalmente de otras actividades de nuestro día a día. Por ello, es importante permitirse algún tiempo que otro para desconectar.
Una vez aclarado qué es el descanso emocional y los métodos para conseguirlo, analizamos los diferentes tipos de descansos.
Tipos de descansos que favorecen el emocional
Existen diversos tipos de descanso que cualquier persona necesita para conseguir un buen equilibrio interno. Pensamos que, para conseguir un buen descanso, solamente es necesario dormir. Pero nada más lejos de la realidad.
Aquí te dejamos los diversos tipos de descanso que también favorecen al emocional.
⦁ Descanso mental: Desconectar de nuestras tareas y actividades, permitiéndonos cada “x” tiempo un descanso, favorecerá que disminuyamos la velocidad en la que vivimos el día a día.
⦁ Descanso creativo: Este tipo de descanso es fundamental para toda persona que deba estar generando nuevas ideas constantemente. Cuando nos permitimos el descanso creativo, avivamos el asombro de uno mismo.
⦁ Descanso social: Simplemente rodearnos de personas compresivas y positivas. Alejarnos de aquellas que conocemos que nos pueden absorber energía.
⦁ Descanso sensorial: Desconectar de los dispositivos tecnológicos: pantallas de ordenadores, de móviles, etc.; apartarnos del ruido de fondo, luces brillantes, etc. Esto hará que no se abrumen tantos nuestros sentidos.
⦁ Descanso espiritual: Se define como la capacidad que las personas tienen de conectar más allá de lo mental y físico. Un ejemplo de descanso espiritual puede ser la meditación.
⦁ Descanso físico: Tanto pasivo como activo. El pasivo incluye dormir y el activo realizar diversas actividades que nos recompongan como el yoga o el estiramiento.
¡Permítete todas las semanas un tiempo para dedicarle a tu descanso emocional!
Fuentes y enlaces de interés:
Dale una vuelta El descanso emocional
JD Jorge Domínguez ¿Se puede tener descanso emocional?
La mente es maravillosa Descanso emocional tan importante como el físico
Expresa Salud Descansos que toda persona necesita
Escuela de Coaching Cuida tu descanso emocional