Exoesqueletos en el ámbito PRL
Seguro que a estas alturas ya has oído hablar de los exoesqueletos. En artículos anteriores ya vimos cómo podemos aplicar tanto la Inteligencia artificial como la Realidad Virtual en los procesos de trabajo y la prevención de riesgos. Hoy hablamos de los exoesqueletos y sus aplicaciones, y de cómo pueden ayudarnos en nuestra actividad laboral a la vez que prevenir lesiones.
Definición y clasificación
En este apartado te explicaremos la definición de los exoesqueletos y sus aplicaciones. Desde que llegara la llamada “Industria 4.0” no hemos dejado de ver cómo se introducen nuevas tecnologías enfocadas en la mejora de la salud los trabajadores al servicio del bienestar del personal de la industria.
Entre ellas encontramos el exoesqueleto. Se trata de un dispositivo mecánico que “viste” un trabajador permitiéndole servir de apoyo o potenciar sus capacidades físicas a la vez que reducir lesiones. Se trata de un armazón mecánico duro dotado de articulaciones que ayudan en el movimiento al ser humano.
Podemos distinguir entre esqueletos motorizados o activos, aquellos que tienen un armazón motorizado que puede utilizar actuadores hidráulicos, eléctricos o neumáticos, y exoesqueletos pasivos, que simplemente proporcionan un apoyo mecánico al trabajador cuando están sentados o de pie por largos periodos o ayudan al movimiento utilizando un muelle para almacenar energía. Podemos decir entonces que éstos últimos ayudan al ser humano a realizar tareas que suponen cierto desgaste físico, pero sin aumentar sus capacidades mientras que los motorizados sí proporcionan una asistencia o mejora.
Aplicaciones laborales
El uso de exoesqueletos en las líneas de producción está cada vez más cerca. Son de especial interés en fábricas, almacenes y cadenas de montajes. Las tareas pesadas, repetitivas o que derivan en posturas forzadas pasan factura a los trabajadores, por lo que algunas empresas están incorporando armazones robóticos para el cuerpo completo o las extremidades. De esta manera se libera a los trabajadores de las cargas pesadas, del esfuerzo excesivo y los hace más resistentes a las posturas forzadas durante la jornada laboral.
Uno de los factores de carga física que puede ser objeto de mejora mediante el uso de estos dispositivos es la manipulación manual de cargas. El uso de exoesqueletos pasivos, que permitan un reparto de la presión soportada en la zona lumbar, descargando la tensión de las piernas o exoesqueletos activos ayudados por un motor externo, pueden suponer una clara mejora en el desempeño de la tarea y en la salud del usuario.
También en posturas mantenidas o forzadas, necesarias para llevar a cabo el trabajo, que pueden verse mejoradas con la introducción de estos dispositivos.
El uso de estos dispositivos nos permite, por tanto, entre otros:
- Reducir la fatiga, el agotamiento y disconfort, y el riesgo de lesiones derivados de la realización de actividades repetitivas y la manipulación de cargas.
- Aumentar la productividad de los trabajadores.
- Crear nuevas oportunidades de empleo.
Dificultades actuales en su implantación
Después de contarte qué son los exoesqueletos y sus aplicaciones, pese a todo, de momento son aún dispositivos que requieren un desembolso importante que no todas las empresas se pueden permitir, y aunque ayuden a superar barreras físicas de los seres humanos, pueden resultar aún incómodos debido a la fricción producida por la forma en que se ajustan al cuerpo y, además, pueden llegar a resultar pesados.
También hay que tener en cuenta que los exoesqueletos actuales tienen un rango de movimiento limitado, lejos de la variedad de movimientos de las articulaciones del ser humano, por lo que la movilidad al usarlos no refleja y acompaña el movimiento natural.
A pesar de estos aspectos, a expensas de futuras mejoras y de poder llegar al alcance de todos, son las principales vías de desarrollo de una tecnología que podría llevarnos mucho más allá de nuestras capacidades físicas y reducir lesiones.
Fuentes y enlaces de interés:
NTP 1162: Exoesqueletos: Definición y clasificación
Iberdrola: ¿Qué son los exoesqueletos?