El error humano, ¿causa o consecuencia?
La prevención de riesgos es un elemento imprescindible en las empresas, y su gestión es compleja, hasta el punto en el que no siempre es posible prever todos los factores que afectan a la seguridad en el puesto debido a la complejidad y diversidad de todos ellos. Los errores son frecuentes y en consecuencia se generan accidentes imprevistos de situaciones aparentemente seguras y en las que no existe una solución evidente.
La ley de prevención establece unas responsabilidades referentes a la gestión preventiva orientadas al control de accidentes y enfermedades profesionales (daños a la salud) y sus consecuencias se hacen palpables en la ley de infracciones del orden social, en función de la severidad de las consecuencias y la gravedad de la propia infracción per sé, eso está claro.
Pero el error humano puede ir desde un tropiezo hasta un fallo secuencial catastrófico y sus consecuencias y gravedad pueden ser variables, además, si se considera que derivan de una irresponsabilidad pueden suponer un severo castigo. ¿Se puede hacer algo al respecto para evitar las peores consecuencias del imprevisible error humano?
Y la sorprendente respuesta es: Sí.
Y es que, aunque parezca extraño dado lo mencionado anteriormente, la prevención no se centra en buscar culpables, se centra en las causas que motivan dichos problemas, lo cual supone determinar dónde está el origen del error humano y corregir los factores que lo motivan. En este artículo intentaremos arrojar algo de luz sobre algunos de los factores y sobre todo la forma de tener bajo control dichas situaciones para que, en caso de darse lugar el error, sus consecuencias sean una anécdota en vez de un titular.
¿Qué propicia la aparición del error?
Generalmente y aunque resulte triste decirlo, en la actualidad la mayoría de las empresas siguen manteniendo modelos de organización clásicos, destacando los enfoques paternalistas sobre los trabajadores, más que permitir su interacción en el proceso de toma de decisiones. Esto se suma a otros factores como, por ejemplo, la diversificación de las tareas (especialmente en pymes, en las que todos hacen de todo), la fuerte competitividad empresarial causada por la globalización que perjudica a la empresa a muchos niveles, la tecnificación… etc. Todo esto suena muy ambiguo y da la sensación de que está muy lejos de afectar directamente a la aparición de errores, sin embargo, todos estos factores afectan y contribuyen a la pérdida de perspectiva sobre la procedencia del error humano, generando situaciones fuera de nuestro control.
La pérdida de perspectiva y la dificultad para analizar los numerosos factores de riesgo que intervienen en el error humano acaba causando de forma irremediable que se simplifiquen las evaluaciones a lo accesible, con lo que se pasan por alto factores que afectan a la aparición del error humano.
Hemos hablado principalmente de riesgos asociados a modelos de organización, sin embargo, de ellos derivan gran cantidad de factores psicosociales que, aunque difícilmente relacionables, están directamente relacionados con la aparición de los errores. También existen factores más evidentes como pueden ser los ergonómicos (Derivados de la adaptación del puesto al trabajador). La mayoría de ellos no suelen bastar por sí solos para generar accidentes, sin embargo, la peculiaridad de estos factores radica en la capacidad que tienen para relacionarse entre sí y amplificar las probabilidades de que factores de riesgo ya existentes pero que no resultan evidentes, puedan materializarse en daño.
La lista de factores y detalles a considerar es extensísima. Y tú, querido/a lector/a te preguntarás: ¿cómo puede controlarse algo afectado por tantos elementos?
Afortunadamente, expertos en la materia se hicieron la misma pregunta y en la actualidad existen métodos que permiten una aproximación fiable a tales riesgos de una manera sencilla que puede aplicarse en cualquier empresa, con lo que se ha demostrado que el error humano no es tan azaroso como pudiera parecer a primera vista.
Herramientas útiles para tratar la aparición del error.
Esta es una pequeña lista de recursos que pueden emplearse para paliar los efectos y la probabilidad de que aparezca el error humano, deben ser aplicados por técnicos competentes, sin embargo, su utilidad resulta inestimable de cara a la detección de fugas en nuestra gestión preventiva:
FPSICO: Es una herramienta creada para la evaluación de riesgos psicosociales, que además de venir con un cuestionario pre elaborado, también genera informes muy completos sobre los datos introducidos, que facilitan la labor del técnico que las interpreta y permiten detectar y gestionar una gran cantidad de elementos que pueden derivar en el error humano.
MÉTODO SHARP: Es un sistema de medición que permite analizar la fiabilidad humana en el proceso productivo, secuenciando en partes medibles las acciones humanas durante una tarea, lo que permite detectar y cuantificar errores y en consecuencia elaborar medidas preventivas.
MÉTODO THERP: Este sistema es parecido al método SHARP, sin embargo, está orientado a detectar el deterioro de un sistema de trabajo establecido como consecuencia de los errores que se producen entre los elementos del sistema y la persona involucrada. (Esto supone que esté orientado a múltiples tareas simultáneamente).
MÉTODO HEART: Un sistema desarrollado para ejecutar de forma simultánea con las evaluaciones de seguridad en los lugares de trabajo, lo cual permite integrarlo como un elemento más a tener en cuenta durante las evaluaciones de seguridad de los centros de trabajo, permitiendo una visión más amplia de los factores que afectan a los métodos de control de riesgos ya establecidos.
¿En qué nos tenemos que fijar para evitar el error?
Un correcto control del entorno de trabajo y una planificación del proceso productivo desde el punto de vista ergonómico y psicosocial es imprescindible, conceptos como el exceso de confianza, la atención, la fatiga, la complejidad de la tarea, nivel de control del empleado sobre los resultados, satisfacción, condiciones ambientales y adaptación del puesto al trabajador, pasan a un primer plano cuando tratamos acerca del error humano, aunque son elementos a menudo considerados (erróneamente) como factores de importancia menor a favor de riesgos más evidentes y de marcada relación causa-efecto, sin embargo es importante considerar que la existencia de errores en cadena es capaz de generar situaciones imprevisiblemente desastrosas de no controlarse adecuadamente (Véase el famosísimo accidente de la central nuclear de Chernobyl en Prypiat, Ucrania y sus consecuencias).
Desde MetaContratas recalcamos la necesidad de impartir una correcta formación e información sobre los riesgos del puesto de trabajo que va a desempeñar el trabajador (os dejamos un enlace de interés por aquí) sin embargo, es menester que evitemos simplificar la prevención de riesgos exclusivamente a esto.
Es imprescindible realizar un seguimiento periódico de los factores de riesgo psicosociales y revisar la eficacia de la adaptación del puesto al trabajador es imprescindible. La opinión de un trabajador referente a sus propias experiencias en el puesto también es una buena manera de obtener información sobre sus necesidades y no perder de vista los indicadores de riesgo, como son las incidencias y accidentes en blanco, que son elementos que pueden estallar en nuestras manos en un descuido.
Recordemos que el ser humano es altamente adaptable y capaz de realizar correcciones a los errores generados tanto por él mismo como por causas ajenas y de buscar las soluciones más creativas a problemas existentes, pero no olvidemos tampoco que su adaptabilidad tiene un límite y debe ser reforzada a través de la labor preventiva.
¿Y tú, añadirías algún factor de riesgo importante a la lista? ¿Qué métodos suelen utilizarse en tu empresa para evaluar el error humano? ¡Déjanoslo en los comentarios!
Fuentes y enlaces de interés:
NTP 360: Fiabilidad humana: conceptos básicos
NTP 377: Fiabilidad humana: métodos (insst.es)
NTP 401: Fiabilidad humana: métodos de cuantificación, juicio de expertos
NTP 619: Fiabilidad humana: evaluación simplificada del error humano (I)
NTP 620: Fiabilidad humana: evaluación simplificada del error humano (II)
NTP 621: Fiabilidad humana: evaluación simplificada del error humano (III)
NTP 947: Valores y condiciones de trabajo.
Revista y Transporte: “Errar es humano y prevenir también”.
Autor:
Samuel Suárez Nieto. Técnico Intermedio de Prevención de Riesgos Profesionales en Metacontratas.